Ocurrió el 5 de abril de 2024. Un empresario, S. D., envió un telegrama a una vivienda propiedad del exministro de Transportes José Luis Ábalos ubicada en la calle Humilladero de Madrid. El texto decía así: «Asunto Petróleo venezolano para cliente de China. Me urge contactar con usted hoy sin falta».
El emisor del mensaje era un empresario de Tenerife que pretendía aprovechar la «llegada» del exministro Ábalos para contactar con la empresa pública Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) para importar petróleo venezolano a España. Según consta en el telegrama al que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE, el destinatario del mensaje era el hijo mayor de Ábalos, Víctor Manuel Ábalos Aguado.
Este periódico ha contactado con el empresario que envió el telegrama. El administrador de una mercantil tinerfeña explica a THE OBJECTIVE que intentó comunicarse con el ex ministro de Transportes a principios de año por su capacidad de «llegar a Delcy Rodríguez». Tenía conocimiento de que detrás de las sociedades que aparecían a nombre del hijo de Ábalos estaba el propio José Luis Ábalos, e intentó a utilizar esta vía para acceder a la número dos del régimen de Nicolás Maduro.
«Yo no podía llegar a Delcy de ninguna manera. Yo con el que podía llegar era con Ábalos, que yo pretendía que llegase a a Delcy, como ya llegaba», y así se evidenció tras el Delcygate y el estallido del caso Koldo. «Se me ocurrió, para llegar a PDVSA, petróleos de Venezuela, que con quien mejor lo podía hacer era través de Ábalos», explica el empresario a THE OBJECTIVE.
Sin embargo, llama la atención la fecha elegida por el empresario, abril de 2024, cuatro años después de la llegada a España de la vicepresidenta de Venezuela y cuando ya Ábalos no es ministro. «Envié el telegrama cuando surgió la oportunidad de un comprador del Gobierno chino a través de un socio que tengo en Vic (Barcelona)» para importar un tipo de producto petrolífero que comercializa Venezuela, el Merey, un tipo de crudo de elevado contenido en azufre de alta densidad que requiere ser refinado para comercializarlo en Europa y adaptarse a los estándares de calidad de la Unión Europea.
De hecho, apenas una semana antes de enviar este telegrama, la empresa petrolera pública PetroChina compró un cargamento de crudo venezolano Merey para su nueva mega refinería de Guangdong, en el sur del país, y de la cual PDVSA era socio hasta 2019. Por primera vez desde entonces, y tras la relajación de las sanciones de Estados Unidos al petróleo venezolano en octubre de 2023, el gigante petrolero estatal chino adquiría crudo del país caribeño.
«Queríamos que Ábalos participara»
En ese momento se abrió una oportunidad de negocio que este empresario consultado por THE OBJECTIVE quiso aprovechar, así como la «llegada» del exministro Ábalos al régimen de Maduro. El último informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil describe la relación cercana que mantenía el cabecilla de la «organización criminal», Víctor de Aldama, con José Luis Ábalos y Koldo García. Según las fuentes consultadas, «Delcy era amiga íntima de Víctor», como se evidencia en el trato personal y cercano de los mensajes cruzados incautados por los investigadores para la compra de lingotes de oro a Venezuela.
«Queríamos ver si Ábalos podía y participaba en esa gestión, por así decirlo», explica S.D. Según su versión, nadie respondió al mensaje: «Ni Ábalos, ni su hijo, ni nadie». También niega haber recibido chivatazo alguno: «Ni sabía quién de Tenerife podía estar con los mismos pasos que yo». Pero el caso es que apenas un mes después de que este empresario enviara el telegrama al domicilio del exministro España efectuó en mayo la mayor compra de petróleo venezolano de los últimos 20 años, un 380% más según los datos publicados por Cores (Corporación de Reservas estratégicas de Productos Petrolíferos).
Las empresas del hijo de Ábalos
Según ha podido acreditar este periódico, Víctor Ábalos tiene residenciada la sede de dos sociedades a su nombre en el domicilio de su padre en la calle Humilladero. Se trata de un apartamento modesto, de 33 metros cuadrados, que adquirió con quien fuera su esposa, Carola Perles, en 2010, y que fue alquilado a su asesor Koldo García tres años durante la pandemia. El inmueble es propiedad de ambos al 50%.
En esa vivienda residenció el hijo mayor de Ábalos, de un matrimonio anterior, dos sociedades mercantiles: Proyectos y Desarrollos Constructivos Especiales S.L. y External Programmes Consulting S.L. Las fuentes consultadas explican que las dos sociedades «siempre han sido de Ábalos, pero las pone a nombre de familiares para no figurar en su declaración de bienes». De hecho, en 2018 traspasó la titularidad a su hijo, aunque «las maneja en la sombra».
De hecho, según la información del registro mercantil a las que ha tenido acceso este periódico, en abril de 2011 la administradora de External Programmes Consulting fue durante unos meses María Inés Miñana, la entonces suegra de Ábalos, madre de su exmujer. Dos meses después, se produjo el cese de la primera y el nombramiento de Víctor Ábalos como administrador único de la compañía.
La sociedad que opera bajo el nombre de Proyectos y Desarrollos Constructivos Especiales SL fue constituida el 22 de octubre de 2012, por Jorge Sanchís Cuquerella, con el objeto social de «prestación de servicios de conservación y mantenimiento de bienes inmuebles; conservación y mantenimiento de edificios; conservación y mantenimiento de carreteras, pistas, autopistas, autovías, calzadas y vías férreas; y conservación y mantenimiento de redes de aguas y alcantarillado». Sin embargo, el primogénito del que fuese ministro no accede al accionariado de dicha mercantil hasta el 13 de febrero de 2018, justo unos meses antes de que Ábalos entrase en el Gobierno para dirigir la cartera de Transportes, que gestiona las carreteras y autovías de titularidad estatal, así como las vías férreas del país. Competencias a las que se dedica la empresa de su hijo.
El hijo de Ábalos, Víctor Ábalos Aguado, entra en dicha sociedad a través de la mercantil External Programmes Consulting SL de la que es administrador desde junio de 2011 y socio único desde abril de 2018, justo unos meses después de adquirir la empresa domiciliada en la vivienda propiedad del exministro. Esta sociedad tiene por objeto «la asesoría y consultoría para la identificación, formulación, seguimiento y evaluación de cooperación internacional para el desarrollo; y la elaboración de estudios sectoriales o geográficos de viabilidad técnicas».
Expertos en blanqueo de capitales consultados por THE OBJECTIVE señalan que las empresas dedicadas a actividades inmobiliarias y consultorías son utilizadas habitualmente para el lavado de dinero, debido a que estos sectores facilitan la creación de operaciones difíciles de verificar. La naturaleza de sus servicios y transacciones, muchas veces abstractos o intangibles, permite justificar flujos de dinero sin necesidad de pruebas físicas concluyentes. Así, quienes buscan blanquear capitales pueden inflar precios, justificar ingresos o crear operaciones ficticias que aparentan legalidad, aprovechándose de las características de estos sectores para evitar el escrutinio.